1. Compartir experiencias
Nuestro trabajo nos apasiona, y por ello nos gusta compartir en la red nuestros éxitos, nuestros problemas y nuestra soluciones. Porque para nosotros la presencia en Internet no es un trabajo, es una filosofía y una forma de vida. Y como tal, queremos que se conozca.
2. Compartir el conocimiento
Internet es uno de los entornos que más rápido cambia y evoluciona. La presencia en Internet es tremendamente dinámica y se compone de un poso de experiencia más una buena dosis de reciclaje continuo.
En Internet nadie tiene todas las repuestas, y compartir el conocimiento con la comunidad es la única forma de garantizar el éxito de nuestros proyecto.
3. Conocer nuevas personas
Porque más allá de las webs y los dominios, Internet está compuesta por personas que son las que hacen que nuestra vida en la red se vuelva apasionante.
Conocer gente, formar nuevas alianzas, contactar con nuevos socios tecnológicos y descentralizar nuestros puntos de vista se ha convertido ya en un hábito dentro de nuestro trabajo diario.